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Entrevista a Leonardo Sbaraglia - Sin Retorno

Publicado: 2011-08-23

Leonardo Sbaraglia llegó a Lima para presentar la última de las películas que ha protagonizado, Sin Retorno, en competencia por Argentina, una historia que habla tanto de la venganza, como de la justicia, o una mezcla de ambas; una crítica al sistema, quizás, aunque también a la sociedad misma y sus cimientos humanos. Bueno, su última película no es, perdón, esa sería Red Lights, un filme que está en post-producción, bajo el mando de Rodrigo Cortés, con la participación también de Robert de Niro y Cillian Murphy. De ambas películas, así como de algunos de sus más importantes hitos actorales, hablamos en la siguiente entrevista.

Has tenido una carrera larga, con trabajos en televisión, en cine, en teatro. Un hito importante en tu carrera es el premio Goya que ganas a Artista Revelación por Intacto ¿Qué recuerdo tienes de ese gran paso en tu carrera?

Bueno, fue importante, porque fue como una carta de aceptación y de bienvenida a España. Creo que el premio no sólo me lo dieron por Impacto, sino porque antes había hecho Plata quemada, porque antes había hecho Cenizas del paraíso, que también había ganado un Goya a Mejor Película Extranjera. Porque ya estaba, hacía unos años, trabajando en España. De una manera había como una apuesta a mi trabajo ahi. Y bueno, evidentemente, tuve la suerte de ganar ese premio que fue muy importante, o sea, me di cuenta que era muy importante después de ganarlo, no antes, porque en España es uno de los premios más prestigiosos. En Argentina no tenemos, desgraciadamente, un premio tan importante de cine.

La Asociación de Críticos Argentinos sí entrega un premio.

Sí, entrega pero no tiene una gran difusión en ese sentido, no tiene el poder mediatico que ha conseguido tener el Goya. Goya es más importante, porque tiene una manera de vender el cine español, de promocionarlo y de acercarlo a la gente. Así como en el cine de Hollywood se crea toda esta parafernalia con el Oscar alrededor de sus películas. El cine español en mucha menor medida lo logra también, como el BAFTA en Londres, el Reino Unido o el César en Francia. Hay un premio en la Academia (en Argentina), que es el premio Sur, que se hace desde hace pocos años, pero repito, no ha logrado aquello para lo cual fue creado, que es un elemento más para la promoción, para acercar al cine a su público.

Tu papel de 'El Nene' en Plata Quemada, ¿qué recuerdos te trae? Es controversial, es un criminal y a la vez tiene ese affaire homosexual.

Para mi fue una de las experiencias más gratificantes de mi carrera, porque me dio la posibilidad por primera vez de hacer un personaje de una gran complejidad de composición. Trabajé en él mucho tiempo, la película se iba hacer en un año, luego se pospuso otro año, entonces yo siempre estuve como que preparándolo, investigando. Inevitablemente fui creando como capas, fui haciéndolo de una manera compleja y yo creo que ese resultado se ve en la película. Hay en el resultado final un personaje bien construido, y fue para mi como el hincapié inicial de muchas cosas a nivel internacional que conseguiría luego, en España, en Francia, incluso en los Estados Unidos. La película tuvo mucha llegada a nivel internacional. En España es absolutamente una película de culto, sobre todo en el mundo gay.

¿Cómo construyes ese personaje? ¿Qué tanto trabajas con el director, cómo trabajas con los otros actores?

Estudiando mucho el mundo de la delincuencia, estuve mucho tiempo conversando y teniendo diferentes encuentros con un tipo que había sido un delicuente que había estado 14 años en la cana, en la cárcel. Lo observé mucho, traté de tomar muchas cosas de él, de su expresión, tenía un semblante muy duro, muy fuerte, era un tipo muy grandote, además. Para entender el mundo de las armas, practiqué mucho tiempo tiro. Traté de encontrar por otro lado una sensualidad, también corporal, con la observación de ciertas cosas que a mi me hacían sentir eso. Después, el vínculo con Ángel, con el otro actor, buscar la manera de crear sobre él muchas cosas que a mí me atraían y que me hacían necesitar profundamente. Un trabajo, realmente, muy personal en ese sentido. El trabajo con Marcelo (Piñeyro) fue fundamental, porque él tenía muy claro lo que quería del personaje, tenía claro lo que quería transmitir. Cuanto más precisión tenga el director a la ahora de transmitir una sensaciòn, una impresiòn, con más claridad te va llevar a vos, por lo tanto si uno tiene mucha claridad de lo que quiere contar tambien se lo puede transmitir con mucha claridad al espectador.

Pasando a hablar de la película que está en competecia este año: Sin Retorno. ¿Cómo fue el trabajo con (Miguel) Cohan, el director, y con tu personaje?

En esta película el gran desafío era la elipsis. La película está dividida como en dos partes, dividida por cuatro años que pasan en el medio. El gran desafio para nosotros era cómo transmitir esos cuatro años y que sea creíble para el espectador. Trabajamos mucho en esa cicatriz que tiene la película en el medio, allí centré todo mi trabajo, porque habia que encontrar contrastes muy grandes. Para la primera mitad centré mi trabajo en el de un ventrílocuo, trabajé dos o tres meses con un ventrílocuo, aprendí ventriloquia y eso me dio un color más grácil, más liviano, afable que era lo que necesitaba. En base a eso encontré un contraste para la segunda parte, todo el mundo represivo de la cárcel, toda esa pesadez, ese dolor en la mirada. No tiene la posibilidad de decir 'bueno, tengo siete meses para adelgazar', como Tom Hanks en El Náufrago, sino que en la mañana puedes estar haciendo una escena del pasado, y a las dos horas estás haciendo una del presente. Uno tiene que encontrar los mecanismos interiores para resolverlo de un momento para el otro. Porque cuando cerraste la puerta tiene que aparecer el otro personaje, no tienes el tiempo ni de cortarte el pelo ni de adelgazar ni engordar. Fuimos encontrando con Miguel (Cohan), con el director, los mecanismos para conseguirlo. Por ejemplo, nos dimos cuenta que si yo usaba la misma ropa en el pasado y en el presente, pero dos tallas más chicas en el presente, yo parecía más grandote y más musculoso, me ponían además un poco de canas, algunas cosas de maquillaje, además de un cambio del alma, podríamos decir, que ya pone el actor.

Mi escena favorita del filme es la final, una escena muy intensa, no sólo por la intensidad de lo que se cuenta, sino porque hay tres potentes actuaciones, tres generaciones de actores que se juntan en pantalla. ¿Cómo fue trabajar con Federico Luppi y Martín Slipak en esta escena?

Esa escenas para mi era la más dificil de la película, también fue difícil para Miguel encontrarla en el guión: tardó más de tres años y medio, casi cuatro años, en escribirla. Casi finalizando el rodaje encontró el final, era muy difícil para él encontrar esa resolución, para no ser esquemática, para no ser moralista. De la actuación un poco lo mismo, tuve que encontrar la manera de transmitir todo lo que el personaje había vivido esos cuatro años, tenía la oportunidad de drenar algo de lo que le había pasado, y todo eso tenía que poder mostrarlo. Fue muy difícil, la hicimos en dos o tres tomas, fue muy difícil llegar a eso. Una escena tremendamente interior, el personaje no podía caer en una cosa obvia de violencia, ni una cosa obvia de emoción, sino que tenía que tener una mezcla de muchas cosas. Una escena hermosa que por suerte salió muy bien. Cuando a una persona le dices por tanto tiempo que es culpable, se lo puede terminar creyendo. Y conseguir una especie de sentimiento de justicia es difícil en ese sentido.

¿Crees que tu película exhibe también una crítica al sistema judicial y los medios de comunicación?

Yo creo que la película hace como una crítica, pero no se queda en eso. Creo que son puntos de partida para hablarnos de algo que podría ser más complejo, cuál es la manera de hacer justicia frente a nuestros propios actos. Todos sabemos que el sistema judicial es negligente, es injusto la mayoria de las veces y parece que está más de lado de la inhumanidad que la humanidad. El sistema carcelario es terrible, es un sistema inhumano, meter a la gente dentro de una jaula durante uno, dos, tres, diez, veinte años es una inhumanidad, por más brutal que sea lo que haya hecho esa persona. Es muy difícil que una persona salga mejor de la cárcel de lo que entró. Evidentemente, fue la única manera que se encontró. ¿Pero en la película quién debería haber ido a la cárcel? ¿El chico? ¿Esa hubiera sido la solución? ¿Ese chico de veinti-picos de años debería haber pasado por eso? No creo que esa hubiera sido la solución. ¿Cuál hubiera sido la mejor manera de hacer justicia? Esta película nos pone inevitablemente frente a esas situaciones en las que actuamos mal. ¿Cuál es nuestra reacción? De qué manera estamos construidos para que nuestra reacción primera, en un 90% de las personas, sea meter la cabeza bajo tierra, en lugar de decir, me equivoqué, pasó esto. Ese encubrimiento no va traer nada bueno. Hacerse cómplice del horror no nos va a llevar a nada bueno. Debemos construirnos mejor, para ser más valientes, para afrontar mejor lo que hacemos, nuestras responsabilidades, aunque no nos esté viendo nadie. Ese es unos de los temas de la película.

Ahora hablemos un poco de tus próximos proyectos. Saldrás en una producción de Rodrigo Cortés, protagonizada por Robert de Niro y Cillian Murphy. ¿Cómo ha sido este trabajo?

Para mí ha sido muy bueno, muy lindo, porque fue la primera oportunidad que yo tengo de trabajar en inglés. No soy bilingüe, así que me tuve que romper el alma. Por suerte yo estuve en su primera producción, Concursante, nos llevamos increíble, hicimos un gran equipo de trabajo. A él se le ocurre la alternativa de hacer un nuevo guión en inglés, después de Buried, se le ocurre escribirme un personaje: un mentalista, es un personaje muy carismatico, muy atractivo.Luego de hacer Enterrado, que tuvo mucho éxito, logró conseguir financiamiento para su tercer largometraje. Robert de Niro, Sigourney Weaver, Cillian Murphy y un elenco increíble, actores ingleses y americanos: yo me colé ahí.

¿Has compartido escena con ellos?

Con Cillian (Murphy) y con Sigourney Weaver, pero con Robert de Niro no. Pero sí conversé con él, y tuve la oportunidad de verlo trabajar un par de días. Rodrigo tenía mi silla preparada y fui dos días a verlo trabajar a Robert de Niro, que es un actor al que yo aprecio muchísimo, porque es parte de la iconografía de mi construcción como actor. Luego de eso ya me puedo quedar tranquilo. Despues de la película, ya está. Ya está todo. En sí, el solo rumor de haber trabajado en una pelicula con Robert de Niro te abre puertas. A mi ya me están empezando a llamar de algunos castings en EEUU. Vamos a ver qué pasa con esa película. Mira que podría venir al festival. Tal vez abrir el festival o algo

Sería interesante eso, porque participar no puede.

Sería lindísimo eso. Sería lindo que él pudiera venir a presentar su película. Seguramente primero va intentar ir a un festival más grande, como Berlín. Luego puede venir.

Gracias por tu tiempo.

Gracias a ti por la entrevista.


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